El montador de belenes

Como siempre, cada artículo de mi primo, me hace pensar bastante… 😛

*CONEXIÓN CASTILLITO*

EsponjaEsponja

Buenos días, soy el montador de belenes falsos, ábrame. Hola, qué tal, soy el montador que acaba de llamar al telefonillo, abajo; ya lo supondría usted, pero bueno, es que hay por ahí algunos farsantes que ni siquiera saludan al entrar por la puerta. Son una vergüenza. Perdone que hable tanto; no tengo demasiados clientes durante el resto del año y, ahora que estamos en fechas, la mejor manera de superar el estrés es hablar mientras monto el belén, por cierto, belén totalmente de mentira, ya verá, con garantía de falsedad al cien por cien. Ay, no, gracias de verdad, vengo desayunado. Solo necesito que me diga dónde quiere que lo instale. ¿Ahí? Buen sitio, esquinado, oscurito, acogedor. ¿Hay un enchufe cerca? Ah, lo quiere sin lucecitas. ¿Tampoco quiere el río de papel aluminio? Vaya. Ni corcho para la nieve. Ni musgo como césped. Oiga, un belén falso…

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